Esa chispa que te queda después de un encuentro apasionado o de un momento íntimo contigo mismo, eso es el afterglow.

Es ese halo de felicidad que llevas contigo, como un secreto travieso, mucho después del clímax. Pero no te equivoques, este brillo no es solo una sensación pasajera; es un fenómeno respaldado por la ciencia, lleno de hormonas y conexión emocional. LELO te revela todo sobre el afterglow y por qué merece ser el protagonista cuando hablamos de placer, intimidad y bienestar.

El afterglow es ese calorcito que te invade después del sexo o el orgasmo, esa sensación de estar en sintonía perfecta con tu pareja o contigo mismo.

Es como si el mundo se ralentizara un poco, y durante unos minutos, horas, o incluso días, todo pareciera un poquito más brillante y dulce. Este resplandor te sigue, influenciando cómo te relacionas, trabajas y enfrentas la vida con una sonrisa que no puedes evitar.

La ciencia del brillo 

 Cuando llegas al clímax, tu cuerpo se convierte en una fiesta de hormonas. La oxitocina, la famosa «hormona del amor», te envuelve en una burbuja de confianza y conexión, especialmente en la intimidad con tu pareja.

La dopamina te da un golpe de placer puro, mientras que la serotonina te deja flotando en una nube de relajación y felicidad. Lo mejor de todo es que estas hormonas no discriminan; ya sea en compañía o a solas, el resultado es igual de satisfactorio.

Además, tu sistema nervioso parasimpático se activa después del orgasmo, disminuyendo el estrés y dejándote en un estado de puro bienestar. Así que, el placer no es solo un momento fugaz, es una manera de mimar tu mente y tu cuerpo.

Los beneficios del afterglow 

Según estudios, este subidón post orgásmico puede durar hasta 48 horas. Durante este tiempo, el afterglow fortalece los lazos emocionales, mejora el humor y hasta refuerza tu sistema inmunológico. También eleva tu autoestima, haciéndote enfrentar el día con una actitud de «¡puedo con todo!»

Placer en pareja 

En una relación, el afterglow es ese pegamento invisible que une, fortaleciendo los lazos y aumentando la satisfacción.

Prolongar este momento compartido te permite resolver conflictos con más calma y profundizar la intimidad. ¿El truco? Estar presente y disfrutarlo: un toque, una mirada, una conversación en susurros… todo cuenta.

Afterglow en solitario 

El autoplacer no se queda atrás; ofrece los mismos beneficios hormonales y emocionales que el sexo en pareja, y es una forma poderosa de autocuidado. Más que una simple liberación física, es un acto de amor propio, un camino hacia el autodescubrimiento que promueve una imagen corporal positiva y una recarga emocional.

El afterglow en solitario es un recordatorio de que conectarte contigo mismo es igual de vital que conectar con otros.

¡Sigue brillando!

Para extender al máximo la magia del afterglow, prueba estos consejos:

  • Dale tiempo a la conexión: Si estás en pareja, disfruten del momento con un abrazo prolongado, una mirada intensa o unas palabras suaves. Si estás solo, aprecia cada rincón de tu cuerpo y el placer que te brinda.
  • Crea el escenario perfecto: Rodéate de un ambiente que invite a la relajación. Una luz tenue, música suave, o esa manta favorita pueden hacer que el momento dure un poco más.
  • Sé agradecido: Ya sea con una pareja o a solas, reflexiona sobre la experiencia y agradece, ya sea por tu cuerpo, por tu pareja, o simplemente por el placer del momento.
  • Extiende el resplandor: Tómate tu tiempo para el cuidado posterior. Un baño compartido, escribir sobre la experiencia en tu diario, o practicar una respiración meditativa pueden amplificar los beneficios.

El afterglow es mucho más que un simple momento; es una celebración de la conexión, la intimidad y la autoconciencia. Al disfrutar de estos momentos, abrazas la alegría del placer y desbloqueas una comprensión más profunda de tus necesidades emocionales y físicas.

Jose Javier Arce
José Javier Arce Cid, es titulado en Producción de Audiovisuales, Radio y Espectáculos, en el año 2001, ese mismo año realiza las funciones de Productor Ejecutivo en el cortometraje “Revolución”. Después de este cortometraje me dedique a producir y dirigir varios programas para televisiones locales, entre ellos destacamos “Mundo Zion” dedicado al mundo del videojuego y “8 Milímetros”, dedicado al mundo del corto. En los últimos años me he dedicado a realizar el programa de cine “35HD” para televisionalternativa.com y que durante dos temporadas se emitió en Onda 6 TV y la red de televisiones locales de Vocento. En el año 2012 ha dirigido su primer cortometraje, un documental, ‘Tarde de Transistores’.