Los peines, junto a los cepillos, son unas herramientas indispensables para mantener la salud del cabello: lo oxigenan, arrastran la suciedad y lo protegen de los nudos.
En concreto, los peines se emplean para desenredar, separar el cabello y peinarlo en los cortes, para ayudar con las mechas, tintes y tratamientos y, naturalmente, para ahuecar peinados.
El peine de titanio está hecho con un material que, además de ser muy duradero, es paramagnético, es decir, no se imanta y consigue que el pelo no se encrespe.
Se trata de un material muy flexible y con efecto antifrizz, por lo que es uno de los materiales preferidos por los profesionales de peluquería.
Los peines de titanio resisten el calor y la corrosión de los productos químicos, lo que, junto a sus púas redondeadas lo hace perfecto para todo tipo de cabellos.