Trudon, la emblemática maison francesa que convirtió las velas en piezas de arte, también domina el arte de perfumar sin agobiar. Y eso, en verano, es una proeza.

Si bien su colección de eaux de parfum incluye fragancias intensas y barrocas, hay tres composiciones que huelen a brisa, a frescura botánica y a jardines de mediodía. O lo que es lo mismo: al verano que uno querría repetir.

MÉDIE
Luz hespéride en frasco de vidrio

Médie es como embotellar la claridad de una mañana mediterránea. Creada por Yann Vasnier, esta eau de parfum mezcla esencias cítricas con maderas nobles. Notas de mandarina verde, pomelo, menta y flor de naranjo sobre una base de incienso y mirra, en una fórmula que consigue ser radiante sin perder profundidad.

Ideal para quienes asocian el verano a los rayos de sol filtrados entre persianas de lamas y a la frescura de una camisa blanca recién planchada.

II
El perfume que susurra “verde”

La fragancia II (léase «Deux») es una rareza encantadora: huele a corteza, a hoja, a clorofila y a césped recién cortado. Sus notas de hojas verdes, naranja amarga, enebro y pino la convierten en una declaración botánica minimalista.
Perfecta para quienes sueñan con jardines secretos, aunque vivan en un ático sin terraza.

 

ELAE
Flores blancas, pero sin drama

Elae es floral, sí, pero no de las que entran gritando a la habitación. Jazmín, ylang-ylang y flor de azahar se equilibran con ligereza, sin caer en lo empalagoso ni en lo empolvado.
Elegante y luminosa, es el vestido blanco de tu armario olfativo.

P.V.P.: 210€ / 100ml.