Hay iconos que trascienden la mesa, y la gilda es uno de ellos. Ese clásico que combina aceituna, piparra y anchoa ahora se convierte en joya con los nuevos charms y pendientes de Singularu.
Un homenaje divertido y diferente para quienes disfrutan de lo auténtico y saben que los pequeños detalles también pueden tener mucho sabor.
Convertida en accesorio, la gilda se transforma en un statement inesperado: piezas doradas con chispa, desenfadadas y llenas de carácter, que funcionan como pequeños amuletos “comestibles”.
Puedes llevarlas solas para dejar que hablen por sí mismas o mezclarlas en capas con otros charms y pendientes, creando composiciones únicas que elevan incluso el look más sencillo.
Una reinterpretación fashion de un clásico, lista para conquistar tanto la ciudad como tus planes más especiales.