Los tejidos y las superficies se suavizan, los volúmenes evitan las formas excesivamente definidas y los colores se difuminan en tonos empolvados o cremosos.
Sutiles destellos de lentejuelas e hilos iridiscentes insinúan un amanecer lejano. el rocío de la madrugada se posa sobre los capullos recién florecidos.
Una mezcla de ramas, flores, pétalos y hojas descansan sobre un icónico jacquard de chenilla y lúrex, mientras cristales atraviesan elegantes tafetanes.
Y la vibrante naturaleza se muestra con delicadas superposiciones en los estampados perfectamente poéticos “heaven”, “herbarium” y “essentia”.
Accesorios
La joyería: esculturas inacabadas y poderosas, oro moldeado por las arenas y los vientos, diamantes y perlas engarzados en cadenas orgánicas. lluvias de estrellas fugaces para collares, pulseras, pendientes y flecos de cristal brillan a la menor mirada.
Color y cristal se funden en la cápsula “forte_forte loves amourrina”: maestros vidrieros venecianos crean meticulosamente a mano cada una de las cuentas de amurrina para crear pequeñas joyas que encarnan la tradición milenaria de venecia.
A los icónicos botines de napa, renovados con un tacón esculpido en dorado, se unen ahora los mules de puntera abierta.
Junto a los boxeurs en oro laminado brillante y satén fluorescente, encontramos nuevos modelos, mules y alpargatas en pitón estampado, drapeados en piel lamé craquelé o con lujosos trenzados a mano.
La noche se adorna con satenes brillantes que aparecen en icónicos botines, mules y sandalias.