El final del verano trae consigo nuevos retos, agendas que se llenan y días que reclaman funcionalidad sin renunciar al estilo. En este contexto, Grand Seiko se convierte en el compañero perfecto para quienes buscan excelencia en cada detalle. Con sus emblemáticos calibres Spring Drive y Hi-Beat, acabados artesanales y una estética que combina sobriedad y distinción, los relojes de la firma japonesa acompañan la vuelta a la rutina con precisión, fiabilidad y personalidad.

Un símbolo de disciplina y belleza mecánica, pensado para quienes valoran el tiempo como su recurso más valioso.

Una nueva interpretación del icónico 62GS

Desde su lanzamiento en 1967, el 62GS ha sido uno de los diseños más distintivos de Grand Seiko. Esta nueva reinterpretación, el SBGH368, mantiene su esencia con proporciones de 38 mm y líneas limpias, pero aporta calidez gracias a su caja de oro rosa de 18K y un refinado trabajo artesanal de pulido Zaratsu. Lejos de ser un ejercicio estético, esta pieza representa la evolución del savoir-faire japonés, que ha requerido adaptar la técnica para trabajar con este metal precioso sin comprometer la identidad geométrica del diseño.

En el corazón del SBGH368 late el calibre automático Hi-Beat 36000 9S85, un movimiento que combina precisión, durabilidad y eficiencia energética. Con una frecuencia de 36.000 alternancias por hora y una reserva de marcha de 55 horas, este calibre es resultado de décadas de innovación y minuciosidad técnica. La aplicación de tecnologías como el MEMS y materiales exclusivos como las aleaciones Spron garantizan una resistencia superior a impactos y magnetismo, así como una precisión media diaria de +5 a -3 segundos.

PVR: 33.500 €

Tentagraph y la fuerza del Monte Iwate

La segunda propuesta, pensada para perfiles más activos y exigentes, se encuentra en la Colección Evolution 9 con el modelo SLGC007. Un cronógrafo robusto y técnico que alberga el primer movimiento Tentagraph mecánico de la marca —el calibre 9SC5—, desarrollado tras más de cinco décadas de experiencia en alta frecuencia.

Este movimiento de alta precisión y 72 horas de reserva de marcha integra dos barriletes, escape de doble impulso y componentes optimizados mediante tecnología MEMS. Su arquitectura garantiza fiabilidad incluso con el cronógrafo en uso, superando las exigencias de la prueba de precisión de 20 días de Grand Seiko.

Visualmente, la pieza rinde homenaje a los inviernos del Monte Iwate, con una esfera de doble capa en tonos azul hielo que evoca la nieve y las crestas rocosas de la montaña. El conjunto se completa con agujas e índices recubiertos de Lumibrite, bisel de cerámica negra con escala taquimétrica y una caja de High-Intensity Titanium, más ligera y resistente que el acero.

Una pieza deportiva, versátil y atemporal, que sigue los códigos estéticos del Evolution 9 Style y está pensada para acompañar o en los retos del día a día… y durante generaciones.

PVR: 15.000€

Una nueva era de ultraprecisión: Spring Drive U.F.A.

Completando la propuesta para esta rentrée, Grand Seiko presenta su avance más significativo en precisión desde su fundación: el calibre Spring Drive 9RB2, con una extraordinaria exactitud anual de ±20 segundos. Esta innovación da lugar al nacimiento del concepto U.F.A. (Ultra Fine Accuracy), que debuta en dos nuevos modelos de la Evolution 9 Collection, uno en High-Intensity Titanium y otro en platino 950, este último en edición limitada a 80 piezas.

Diseñados para muñecas más pequeñas gracias a su diámetro de 37 mm, ambos relojes capturan la belleza serena de los bosques helados de Shinshu, con esferas de una textura intrincada en tonos azul pálido o azul profundo, inspiradas en los árboles cubiertos de escarcha de la región. La versión de titanio incorpora una pulsera con sistema de microajuste sin herramientas, mientras que el modelo de platino se presenta con correa de cocodrilo y detalles en oro blanco de 18 quilates.

Además de su excepcional precisión, el calibre 9RB2 se distingue por su tecnología de termocompensación, componentes sellados al vacío y un nuevo circuito integrado que eleva la fiabilidad a niveles nunca alcanzados en relojes con muelle real. Una pieza que representa el equilibrio perfecto entre tradición, técnica y poesía japonesa, y que marca un nuevo capítulo en la historia de la alta relojería.

PVR: 12.000€