Descubre el Kinesiolifting Facial de Carmen Navarro, un tratamiento manual que libera tensiones, redefine el rostro y aporta un rejuvenecimiento natural visible desde la primera sesión.
Hay técnicas que miman. Y otras que transforman. El Kinesiolifting Facial de Carmen Navarro tiene un poco de ambas cosas: es un tratamiento manual, sí, pero también es una pequeña revolución para tu piel y tu bienestar. Imagina una sesión en la que tu rostro se libera de tensiones acumuladas (esas que ni sabías que tenías), tus rasgos se recolocan suavemente y sales con buena cara de verdad, no solo porque lo veas tú… sino porque te lo dicen.
Este método, 100 % manual, se inspira en principios de la kinesiología y la neuromecánica para trabajar en profundidad el tejido conectivo y muscular. La idea es reposicionar los rasgos faciales, redefinir el óvalo, elevar pómulos y, de paso, dejar atrás ese gesto de cansancio que muchas veces ni el mejor contorno de ojos consigue borrar.
MUCHO MÁS QUE UN MASAJE FACIAL
El Kinesiolifting no es un simple masaje (aunque lo disfrutes como si lo fuera). Aquí se trabaja desde dentro: músculos, tendones y fascias que se van desbloqueando con maniobras específicas —presiones, estiramientos, deslizamientos— para devolver elasticidad y movilidad a toda la arquitectura facial.
El resultado es una mejora del tono muscular, estimulación de la circulación, oxigenación de la piel y una sensación inmediata de descompresión, como si el rostro “respirara” por primera vez en mucho tiempo. Además, se alivia la tensión mandibular, se mejora el sueño, y se pueden reducir migrañas y molestias provocadas por el bruxismo. Sí, todo eso desde una camilla y con las manos expertas de las terapeutas de Carmen Navarro.
BENEFICIOS QUE SE NOTAN (Y SE SIENTEN)
Este tratamiento tiene una misión clara: recolocar, revitalizar, drenar y oxigenar. O lo que es lo mismo, ayudarte a recuperar tu mejor versión sin artificios ni técnicas invasivas. Entre sus efectos más destacados:
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Reducción de arrugas en frente, entrecejo, contorno de ojos y aletas nasales
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Elevación natural de los pómulos
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Mejora del contorno facial y atenuación de papada
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Disminución de bolsas y ojeras
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Activación de los procesos regenerativos de la piel
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Y lo mejor: un rostro más descansado, sereno y equilibrado
¡¡¡Porque cuando las tensiones desaparecen, la belleza aparece. Así de sencillo!!!
¿CÓMO ES UNA SESIÓN DE KINESIOLIFTING FACIAL?
Cada cita dura 60 minutos y comienza con un diagnóstico personalizado en el que se detectan zonas de tensión y necesidades específicas. A partir de ahí, la terapeuta adapta el protocolo con maniobras intensas pero placenteras, que recorren rostro, cuello y mandíbula con precisión casi quirúrgica (pero sin bisturí, claro).
Se recomienda una sesión semanal durante el primer mes para consolidar los efectos y luego mantenerlos con una frecuencia según el estado de tu piel. Y sí, desde la primera sesión ya se notan resultados. El precio por sesión es de 185 €, una inversión que no solo se refleja en el espejo, sino que se siente en todo el cuerpo.
El Kinesiolifting Facial no te cambia la cara. Te devuelve la tuya. Esa que se había ido escondiendo detrás del estrés, de las pantallas, de la tensión diaria. Es una técnica que cuida, que recoloca, que despierta. Y sobre todo, que conecta contigo.
UN CLÁSICO QUE SIEMPRE VA UN PASO POR DELANTE
Hablar de Carmen Navarro es hablar de experiencia, innovación y una visión única de la estética. Con más de 50 años en el sector, ha sabido combinar las técnicas más vanguardistas con un enfoque holístico que cuida tanto la piel como el alma.
En sus centros se respira esa filosofía: profesionalidad, calidez, diagnósticos precisos y tratamientos que huyen del “café para todos”. Porque cada piel es un mundo, y aquí se trata como tal.
Si buscas una forma de mimarte de verdad —sin artificios, sin bisturí, sin filtros— este tratamiento puede ser el punto de partida. Porque a veces, lo más revolucionario es volver a lo esencial: el poder de las manos, el tiempo para ti y una piel que vuelve a respirar.
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