La fiebre rosa arrasa en todo el mundo y es que Peñascal también se une a la oleada rosé a través de sus tres formatos, Peñascal Clásico, Peñascal Sin Alcohol y Peñascal 5,5%, para aquellos que quieren disfrutar del sabor fresco y chispeante de siempre sin límites.

El Peñascal de siempre se transforma para dar respuesta a los consumidores que optan por opciones refrescantes que acompañen su estilo de vida o para winelovers que buscan brindar con un buen vino bajo en alcohol o totalmente 0,0%.

El envase en lata slim de Peñascal, eco-friendly y reciclable, facilita el transporte y mantiene la conservación en frío para saborear el inconfundible Peñascal en cualquier lugar y con la mejor compañía en barbacoas y picnics, en la playa o la piscina, conciertos o en las festivas noches de verano

Peñascal Sin Alcohol es un vino desalcoholizado que conserva los aromas y sabores del Peñascal clásico. Un color rosa pálido y brillante da paso a una explosión de aromas de frutos rojos y fresas, con notas florales y de melocotón.

Su sabor fresco y equilibrado, con una ligera presencia de burbujas, Peñascal 0,0% invita a ser disfrutado en solitario durante el aperitivo o en las noches calurosas, pero también como acompañante de sabores picantes y agridulces y como brindis final junto a postres  como pastel de fresas o tarta ligera de queso.

PVP Recomendado: 2,50 €
A la venta en supermercados y grandes superficies.   

Su llamativo color rosa magenta es la antesala de sus aromas y sabores a primaverales cerezas y manzana roja fresca, que convierten a Peñascal 5,5% en un vino apetecible, con un toque dulce y un fresco y sorprendente final.

Un rosado frizzante que potencia el sabor de platos como el pollo con almendras o la carne con frutas, y la opción perfecta maridar con postres y quesos suaves. Además, puede ser la opción ideal para tomarlo solo y disfrutar de su fresco dulzor.