Probablemente debido al estrés, los malos hábitos alimenticios, el cansancio… no tengamos la piel en su mejor momento y más de uno desearía lucir bronceado hoy mismo.

Pero es importante ser precavidos y no exponer nuestra piel al sol sin protección ni abusar de los autobronceadores o rayos UVA.

Vamos a dar varios trucos para disfrutar del sol con precaución y sin poner en riesgo nuestra salud para lucir una piel perfecta este verano.

Aplicar protección el primer día de playa no es suficiente para que nuestra piel no sufra, así que seamos previsores y preparemos nuestra piel para las primeras exposiciones solares.

Exfoliar la piel antes de tomar el sol

En primer lugar, hay que exfoliar bien la piel. Eliminemos todas las impurezas para que absorba mejor los tratamientos que debemos aplicar posteriormente para preparar nuestra piel para el verano.

Nosotros recomendamos el exfoliante de cereza con huesos de aceituna o el exfoliante de AOVE, que además de su fácil aplicación, deja una piel muy suave e hidratada. Para aquellos que tengan una piel un poco más grasa, es preferible utilizar el jabón artesano de higo y trigo.

Y para mayor comodidad de aplicación y unos mejores resultados, se puede masajear la zona con el producto elegido con la ayuda de la esponja exfoliante de hueso de aceitunas, que no sólo reactivará la renovación celular de tu piel, sino que además estimula la circulación sanguínea y permite que la piel se oxigene y respire mejor.

Hidratación de la piel

Después de exfoliar toca hidratar, y nada mejor que un hidratante como el body butter de karité, aove y cereza o la versión clásica de crema hidratante con aove o incluso con miel y aove para los que prefieran un olor más intenso.