Su olor es agradable y su composición, rica en ácidos grasos esenciales, actúa en la regulación de la elasticidad cutánea y en el restablecimiento de la hidratación.

Muchas mujeres usan el aceite de rosa mosqueta para tratar las estrías, por ejemplo, y otras para abordar el difícil problema de las cicatrices, para las que se recomienda unas pocas gotitas en un masaje con una ligera presión y en pequeños movimientos continuos en el eje vertical de la cicatriz.

Hablamos de un aceite que se extrae de las semillas de su arbusto, originario de Europa y muy apropiado para el cuidado de la piel por sus ácidos grasos, entre los que están el ácido linoleico y los omegas 3 y 6.

También es indicado para tratamientos antiaging ya que ayuda a retrasar el envejecimiento, combatiendo las arrugas y líneas de expresión.

Otros beneficios que podemos encontrar en el aceite de rosa mosqueta están en su capacidad de fortalecer el sistema inmunitario, aumentando las defensas, o de estimular la circulación de la sangre, fundamental para tratar problemas como piernas cansadas o varices.

La rosa mosqueta y su función emocional

Se habla mucho de los beneficios del aceite de rosa mosqueta pero pocas veces de su relación con su órgano y su chakra, con grandes efectos a nivel emocional: “Cuando te pones este aceite sobre el cuerpo, mediante un masaje suave y relajante, activas el chakra conocido como raíz o muladara. No todo el mundo está familiarizado con ello y desconoce la importancia de tener unos chakras equilibrados, y es aquí donde el aceite de rosa mosqueta juega un papel primordial, aportando además fuerza, vitaminas y otras interesantes propiedades” – nos cuenta Mayte Guijarro, naturópata.

Otros ingredientes fundamentales para activar el chakra muladara son el aceite de oliva virgen extra y el aceite de zanahoria, que forman parte del aceite corporal de rosa mosqueta formulado por la firma cosmética gaditana Di Oleo: “Es un aceite rico en vitaminas A, D, E y K, que todas juntas contribuyen al mantenimiento de los huesos y tejidos blandos, a la prevención de infecciones o a la regulación del fósforo y calcio en sangre, además de protegernos de virus y bacterias. Por su alta concentración en polifenoles, es un antiinflamatorio y antioxidante natural perfecto” – explica Filip Van, cofundador de la marca.

Champú sólido, desodorante, aceite corporal y jabón artesano de rosa mosqueta, de DI OLEO