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Estoy segura de que quien lee esta sección, sabe buscarse bien la vida en la cocina, y si no, a veces no es saber, sino tener el teléfono o la web de quien sabe, algo que solemos hacer todos/ as. Todo esto es para decir que, hasta el momento, suelo describir de forma general las elaboraciones que elijo para maridar con vinos o cervezas, ya sean propias o de eventos gastronómicos a los que acudo, pero no escribo el peso de cada ingrediente, ni cómo removerlos ni cuánto tiempo de cocción necesita, a no ser que sea necesario resaltarlo.

No obstante, no significa que en su momento no pueda escribir una receta, pero aburrir por aburrir, mejor no. Si  por el contrario aporto entre líneas un producto no muy conocido, o un tecnicismo,  sí lo explicaré, por empatía.

Para la elaboración de hoy, he elegido una cerveza negra. La he elegido como otras veces, tras hacer una extensa cata entre conocidos, familiares, amigos, comensales… La cerveza elegida, es la  “American Black IPA”, creada por  Marcos y Eliezer, los dos socios de la empresa microcervecera, “Portus Blendium Beers”, con sede en Suances, Cantabria. “American Black IPA”, es una cerveza artesanal y natural, sin CO2 añadido y sin pasteurizar. Es una cerveza de color negro, parecido al café americano, de sabor ligeramente amargo, que no molesta, porque ese amargor no dura en la boca, no es desagradable.

Cuando la mayoría de las personas que probaron la American Black IPA, me dijeron que sentaría bien con un queso o una ensalada de tomates, tuve claro el plato que iba a elaborar:

 Pastel de mousse de queso a la sidra, con miel especiada.

Es una elaboración no dulce a partir  de nata montada y claras de huevo, que se unen a una mezcla de leche y queso de vaca cántabra salpimentada y cola de pescado (gelatina en lamina). La mezcla se vuelca sobre un molde cuya base consta de un bizcocho plancha que he elaborado con tomate deshidratado, albahaca y un toque muy leve de pimiento de espelette .Tras enfriarse unas tres horas en el refrigerador, ha adquirido la textura de mousse.

Para culminar la elaboración, he acompañado el pastel con tomate cherry, y con miel de Mondoñedo (Lugo) que he especiado.

El resultado de maridar con la cerveza “American Black IPA”, fue el esperado, sabores intensos en la boca, que saben a lo que son, sin engaños. Esta cerveza, marida también y bien con lomo embuchado, jamones ibéricos, borrajas en tempura… y, en postres dulces. como son las empanadillas rellenas de crema pastelera, yemas, quesada, etc.

Creo que si la “American Black” hablara, diría: – Soy lo que parezco y parezco lo que soy. Sin duda una buena compañera de quesos , como si la tierra que la vio nacer, Cantabria, la hubiera elegido ser, la  cerveza embajadora de sus quesos.

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