Durante años, lo “natural” en belleza sonaba a frascos sencillos, aromas de herbolario y promesas discretas. Pero eso, afortunadamente, ya es historia. Hoy, la cosmética natural se ha subido a los tacones del lujo, y lo hace con actitud, ciencia y mucha elegancia.
¡¡¡Porque lo verde también puede ser glamuroso!!!
Y si hay una firma que lo demuestra con rotundidad, esa es My Green Cosmetics, la creación del visionario Miguel Galeón, quien ha conseguido que la cosmética orgánica se sienta como una experiencia de alta costura para la piel.
“MÁS ES MÁS”: EL NUEVO MANTRA DEL LUJO VERDE
En un mundo que repite “menos es más” como si fuera un dogma, My Green Cosmetics llega para recordarnos que la naturaleza nunca fue minimalista. Miguel lo tiene claro: “La naturaleza nunca es minimalista; es generosa, compleja y hasta barroca”.
Por eso, sus fórmulas no se conforman con tres o cuatro ingredientes bonitos. Cada crema y cada aceite están repletos de extractos botánicos, aceites orgánicos y activos fitoterapéuticos que trabajan en sinergia (palabra clave aquí) para conseguir resultados visibles, reales y sensoriales.
Nada de minimalismo cosmético, esto es lujo verde en su máxima expresión.
EL ARTE DE EMBOTELLAR LA NATURALEZA (CON ESTILO JAPONÉS)
Inspirado en la filosofía japonesa del Beauty Cycle, esa idea de que la belleza es un proceso natural, cíclico y armónico, se ha creado una marca que no solo cuida la piel, sino que también seduce a la vista.
El packaging es una fantasía. Cada producto se presenta como una escultura de origami. Las cremas se transforman en flores de loto de ocho pétalos, los aceites en tulipanes dorados de cuatro pétalos, y todo está pintado a mano por el artista chino Mr. Hu Wey. Sí, has leído bien, cada caja es una obra de arte única, con flores, pájaros y colores que parecen salidos de un jardín celestial.
Porque el ritual de belleza empieza antes de abrir el frasco.
LA CREMA QUE LO CAMBIÓ TODO: YOUTH DREAM
La joya de la corona, o mejor dicho, del jardín es la Youth Dream, una crema que encarna todo lo que My Green representa: abundancia, ciencia botánica y placer sensorial.
Su envase es tan bonito que da pena abrirlo. Una flor de loto azul y malaquita que, al florecer, esconde una esfera de bambú con una espátula dorada magnética. Puro objeto de deseo.
Pero lo que realmente conquista está dentro, 52 ingredientes activos que actúan en perfecta armonía para iluminar, reafirmar y revitalizar la piel. ¿El resultado? Un efecto “buena cara” instantáneo y un tratamiento antiedad 360° que parece magia… pero es pura fitoterapia avanzada.
SIETE ACEITES, SIETE TESOROS
La línea se completa con los Aceites Faciales Premium, siete elixires que cubren todas las necesidades de la piel. Cada uno está formulado con siete aceites vegetales prensados en frío, extractos botánicos y aceites esenciales seleccionados con precisión casi alquímica.
Más que cosméticos, son auténticas joyas aromaterapéuticas que transforman el cuidado diario en un ritual sensorial. Desde el primer toque, notas la textura sedosa, el aroma envolvente y esa sensación de bienestar que solo los ingredientes puros pueden ofrecer.
En pocas palabras, es como regalarle a tu piel unas vacaciones en la naturaleza… pero con glamour.
DE LOS DESFILES DE PARÍS AL JARDÍN BOTÁNICO
La historia de Miguel Galeón merece un capítulo aparte. Comenzó su carrera como maquillador en Londres y París, y fue discípulo del mítico Shu Uemura en Japón, donde aprendió que la verdadera belleza no se pinta, se cultiva. Trabajó con casas icónicas como YSL, Dior o Givenchy, y más tarde, en el grupo Antonio Puig, perfeccionó su conocimiento en formulación y perfumería.
Pero un día decidió volver al origen. Se formó como Formulador de Cosmética Natural por la American Association of Dermatology y fundó My Green Cosmetics, un puente entre la sabiduría ancestral de la fitoterapia oriental, la tradición europea y la innovación contemporánea.
Su filosofía es tan clara como poética, cosmética lenta, elaborada con mimo, respeto y devoción por la naturaleza.
En una época en la que buscamos transparencia y autenticidad, My Green Cosmetics demuestra que lo natural puede ser tan eficaz como lo tecnológico, y mucho más emocionante.
No es una tendencia, es una nueva manera de entender la belleza, más consciente, más sensorial, y por qué no decirlo, más chic.
Porque cuidar la piel con productos naturales ya no es una elección ecológica; es una elección estética, ética y exquisita.
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